
El cantautor obtuvo siete galardones, en una noche donde también triunfaron Fito Páez, Rosalía y Bad Bunny.
Majo García Moreno
Cuando este año Jorge Drexler presentó en el teatro Gran Rex su disco Tinta y tiempo, en una de las funciones a sala llena recordó esas primeras venidas a Buenos Aires, solo con una guitarra y un sampler. Era en un emblemático local de Palermo cuando ejecutaba tímidamente las canciones de sus primeros discos ante un público selecto y fascinado.
Más de 20 años pasaron hasta esta noche del 17 de noviembre cuando el uruguayo se convirtió, en Las Vegas, en el máximo ganador de los premios Latin GRAMMY®. La foto que circuló en los principales portales del mundo lo muestra tirado en el piso, de impecable traje marrón, sonriendo y con
los premios en sus manos. En el mismo carrete se lo puede ver en el escenario interpretando “Tocarse”, composición de su último disco, nada menos que junto a Elvis Costello. “Locura”, como escribió en sus redes.
Locura, merecida para un artista que en 2005 tuvo que resignarse a no interpretar en la gala de los Oscar su canción que resultó ganadora del premio, “Al otro lado del río”, por no ser lo suficientemente conocido a nivel global. Pero esa es otra historia.
La del jueves, fue una noche de música, alegría y consagración en Las Vegas.
En la edición número 23 de los premios que otorga La Academia Latina de la Grabación®, que tuvo lugar en el Mandalay Bay Michelob Ultra Arena, el músico uruguayo triunfó en siete de las nueve categorías en las que estaba nominado: “Tocarte” fue canción del año y grabación del año; Tinta y tiempo fue mejor álbum de cantautor; “El día que estrenaste el mundo” resultó mejor canción alternativa; “Vento Sardo”, que grabó con Marisa Monte, mejor canción en lengua portuguesa; “El plan maestro”, mejor arreglo y “La guerrilla de la concordia”, mejor canción pop en un empate técnico con “Tacones rojos” de Sebastián Yatra y Pablo María Rousselon.
“Esto es una locura, es una exageración maravillosa”, dijo Drexler en una de sus tantas subidas al estrado, visiblemente emocionado por otra noche inolvidable para su carrera.
Pero el artista que desde hace más de 20 años reside en Madrid y que lleva ganados 14 premios Grammy, no fue la única gran figura en la noche más importante de la música latina.
Por el lado argentino, Fito Páez, El Mató a un Policía Motorizado y el pianista Pablo Estigarribia también fueron distinguidos.
Fito, dio el gran batacazo, con tres de tres. El rosarino se impuso con su última producción, Los años salvajes, en el rubro Mejor disco de pop-rock, además ganó en las categorías Canción de rock por «Lo mejor de nuestras vidas» y Canción pop-rock por «Babel» que grabó junto a Carlos Vives.
Fue el mismo Fito quien le dio a Rosalía, una de las figuras del año por su tremenda personalidad e influencia, el premio mayor. La artista española logró con su tercer trabajo discográfico, Motomami, llevarse el premio al Álbum del año. El disco le valió también los reconocimientos a Álbum de música alternativa, Mejor diseño y Mejor producción.
«Motomami es el disco con el que más me he tenido que pelear para hacer, que más me ha costado, pero que más me alegrías ha dado», dijo la cantante catalana, una de las responsables de animar la gala con las interpretaciones de ´Hentai´, ´Despechá´ y ´La fama´, intervención que le valió un par de ´piii´ por su contenido sexual no apto para la trasmisión televisiva.
Bad Bunny, quien se vislumbraba como el favorito por su gran cantidad de nominaciones, obtuvo la mitad. Diez de cinco, nada mal para el artista que, aunque no asistió a la ceremonia por compromisos laborales, fue otro de los más celebrados. El puertorriqueño ganó en los rubros Mejor álbum de música urbana por Un verano sin ti; Mejor Interpretación de reggaetón por «Lo siento BB» con Tainy y Julieta Venegas; Mejor canción de rap/hip hop por «De museo»; Mejor fusión urbana y Mejor canción urbana por «Titi me pregunto».
Párrafo aparte para los otros argentinos ganadores: El Mató a un Policía Motorizado que obtuvo el premio a Mejor Disco de rock por Unas Vacaciones Raras y el pianista chaqueño Estigarribia quién logró el premio a Mejor Álbum de Tango su trabajo Horacio Salgán Piano Transcriptions.
Nunca es tarde
Otra de las protagonistas de la noche fue Angela Alvarez, artista cubana que, a sus 95 años, fue consagrada como Mejor Nueva Artista, reconocimiento que compartió con la mexicana Silvana Estrada.
La cantante y compositora agradeció el premio a su nieto, el compositor Carlos José Alvarez, quien fue su productor musical.
El premio a la Persona del año, entregado en una ceremonia aparte el día miércoles, fue para Marco Antonio Solis. El Buki, como se lo conoce al cantautor mexicano dijo al recibir el reconocimiento: “¿Que puedo decirles? tengo mi corazón inundado de gratitud, la gratitud es la memoria del corazón, gracias a todos los que me han apoyado en mi carrera durante tantos años, veo mucha juventud, hoy la música está siendo reconocida gracias a la gente que hace esto posible, ¡Viva México! y felicidades a los ganadores, pero también a quienes están soñando con estar aquí algún día”. El artista interpretó con Mariachi Sol de México de José Hernández, una emotiva versión de “Se veía venir” y “La venia
bendita” y su homenaje contó con las actuaciones de Laura Pausini, Luis Fonsi y Thalía quienes cantaron “Si no te hubieras ido”. Sin Bandera y Carin León le pusieron voz a «¿A dónde vamos a parar?»; y Goyo, Aymée Nuviola y Gente De Zona se hicieron cargo de «Más que tu amigo». Los Bukis fueron los encargados del broche de oro de la noche con “Tu Cárcel”
Los shows
Durante la ceremonia de premiación, una de las presentaciones más impactantes fue la de la brasilera Anitta quien interpretó una fusión de sus éxitos “Movimiento da sanfoninha,” “Rave de favela,” “Vai malandra,” “La mamá de la mamá,” “Machika” y “Envolver” junto a un grupo de bailarinas, primero algo intimista y coreográfica y luego bien arriba y tiktokeable. De similar intensidad fue la performance de Karol G quien hizo un mix de «Gatúbela», «Provenza» y «Cairo”. Y, por supuesto, entre los varios shows, otro punto alto fue el de Drexler junto a Costello. Con una puesta escenográfica en blanco, geométrica y minimalista los artistas unieron sus talentos a la banda del sudamericano para recrear una versión innovadora, elegante y súper potente de “Tocarse”. Inmensa fusión para coronar la noche del extraordinario artista uruguayo.