Guerra de la Triple Alianza
El 1° de marzo de 1870, llegaba a su fin la Guerra de la Triple Alianza o Guerra Guasú como se la conoce en Paraguay, conflicto que durante seis años enfrentó a Paraguay con sus vecinos: Argentina, Uruguay y Brasil.
Desde su independencia en 1811, Paraguay sostuvo una política de aislamiento y desarrolló una economía autosuficiente. El Estado asumió el monopolio de la explotación y comercialización del tabaco y la yerba mate, introdujo el telégrafo y el ferrocarril e impulsó la producción de bienes manufacturados. De la misma manera, buscó conseguir una salida al mar que le permitiese exportar su producción. Esta política le generó rivalidades con sus vecinos.
Este contexto de tensión derivó en una guerra que se inició a partir de la intervención de los países de la región en el conflicto que se desarrollaba en Uruguay entre los partidos Blanco y Colorado. En 1863, el general colorado Venancio Flores, con apoyo de Buenos Aires y el Brasil invadió el territorio uruguayo para derrocar al gobierno blanco de Bernardo Berro. Este solicitó ayuda al presidente del Paraguay, Francisco Solano López quien prometió intervenir para mantener el equilibrio político en la región.
A pesar de haberse declarado neutral, el gobierno de Bartolomé Mitre autorizó el paso de la flota brasileña por los ríos argentinos. Entonces, Paraguay declaró la guerra al Brasil e invadió la provincia argentina de Corrientes para desplazar tropas hacia territorio brasileño. En respuesta, los gobiernos del Brasil, Argentina y Uruguay firmaron en mayo de 1865 el tratado de la Triple Alianza, mediante el cual acordaron: luchar hasta destituir al presidente paraguayo, abrir los ríos paraguayos al comercio internacional y entregar territorios al Brasil y la Argentina.
La guerra fue muy impopular en Argentina. En diciembre de 1866, el catamarqueño Felipe Varela lideró una rebelión federal de grandes dimensiones en la región de Cuyo y el nordeste contra el gobierno de Mitre. Varela –junto con los federales de las provincias– estaba en contra de la guerra, el reclutamiento obligatorio que esta generaba y la absorción de los recursos provinciales por parte del gobierno central.
Además de la pérdida de vastos territorios a manos de Brasil y Argentina, la economía de Paraguay quedó devastada. Durante la guerra falleció aproximadamente el 90% de la población masculina, y la mayoría de los sobrevivientes fueron ancianos o niños. En el bando triunfador, las consecuencias fueron igualmente negativas. El costo en vidas humanas fue sensiblemente elevado y las deudas contraídas ascendieron debido a los gastos militares.
